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COVID-19 obligó a las mujeres a convivir con sus agresores

Sostenibilidad
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Agencia de Noticias 3er Sector

Monterrey, México.- El confinamiento obligó a las mujeres a convivir continuamente con sus agresores, por lo cual aumentaron las violencias hacia ellas, además de enfrentar barreras para la participación económica por la obligación de las labores no remuneradas del hogar.

“Esta emergencia sanitaria por COVID-19 ha empeorado la vida de las mujeres en varios aspectos: el aumento de la violencia doméstica, el empobrecimiento, el abandono escolar, el trabajo doméstico no remunerado, y el riesgo para las trabajadoras esenciales”, señaló Martha Herrera González, presidenta de la Comisión de Desarrollo Humano del Consejo Nuevo León, en el Foro Nuevo León Mañana sobre Desarrollo Social “La otra pandemia: violencias contra las mujeres y la doble carga”.

En el foro organizado por el Consejo Nuevo León para la Planeación Estratégica, el evento giró en torno a las características estructurales, sistémicas e históricas de la inequidad de género, que propician que se mantengan y agraven las violencias contra las mujeres, particularmente por el confinamiento.

Ana Fernanda Hierro, directora del Consejo Nuevo León, dijo que “nuestra aspiración al 2030 es que Nuevo León este integrado por una sociedad que sea incluyente, compasiva y participativa en la que todas las personas tengan altos niveles de calidad de vida”.

Hierro dijo que se busca reducir la pobreza multidimensional y la desigualdad entre las personas. Garantizar la inclusión social de todas las personas y el ejercicio pleno de sus derechos, sin distinción por su condición económica, de salud, de movilidad, género, sexo, orientación sexual, edad, discapacidad, origen étnico, religión u otras condiciones y asegurar la igualdad de género y eliminar cualquier forma de violencia en contra de las mujeres y niñas.  

La presidenta de la Comisión de Desarrollo Humano del Consejo Nuevo León, recordó que “el objetivo del plan estratégico 2030 es asegurar la igualdad de género, eliminar cualquier forma de violencia en contra de las mujeres y niñas. Es nuestra meta debe lograr cero feminicidios el tener cero tolerancias de cualquier tipo de violencia. Hay que vivir libres sin violencia”.

En tanto que el secretario de Desarrollo Social del gobierno de Nuevo León, mencionó que se debe asegurar la igualdad de género y eliminar cualquier forma de violencia dirigida hacia las mujeres y niñas. Añadió que la violencia es un fenómeno multifactorial y por ello todas las acciones encaminadas a prevenir, atender y a radicar la violencia contra las mujeres y las niñas deben de partir de un enfoque multidimensional para poder coincidir en las numerosas formas que la originan.

María del Sol Sánchez Rabanal, oficial nacional de género del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), aseguró que la violencia contra las mujeres tiene una estrecha relación con la vulnerabilidad, la desigualdad y la exclusión.

Agregó que las mujeres no pudieron ni estar seguras ni en sus casas porque las medidas del confinamiento las obligaron a convivir todo el tiempo con sus agresores; así, los delitos que más aumentaron en este periodo fueron violación por parte de familiares, violencia doméstica y feminicidios.

Enna Paloma Ayala Sierra, directora de seguimiento a la política nacional para combatir la violencia de género del Instituto Nacional de las Mujeres, afirmó que la violencia contra las mujeres está estrechamente relacionada con la acción u omisión del Estado.

”La violencia contra las mujeres es dinámica, no es un proceso estático, esto significa que tiene un cruce importante con variables como tiempo, edad y espacio, que establece una relación dialéctica entre lo individual y lo colectivo y lo social”, dijo Ayala Sierra.

Elizabeth Aguilar Parra, directora de Centro de Investigación Familiar, hizo el llamado para acabar con la agresión intrafamiliar y en la comunidad.

Alejandra Alzérreca, especialista en violencia basada en género del Fondo de Naciones Unidas para la Población, alertó que persiste el embarazo adolescente y las maternidades forzadas por la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, lo que daña el futuro y desarrollo pleno de las menores.

Alejandra Isibasi Pouchin, directora de Movilización Pública de Oxfam México, apuntó que los cuidados del hogar impiden trabajar a casi la mitad de las personas  que no laboran pero que están disponibles para hacerlo; 83.7 % de ellas son mujeres, unas 3.4 millones de personas.

Norma Cerros Martínez, directora y fundadora de Womerang, indicó que la participación económica de las mujeres ha bajado hasta un 40.5 %, al nivel de hace 15 años, por lo que se esfumó en menos de dos semestres los avances de décadas.

“El tema de violencia de género es un problema sistémico que tiene su origen a partir de estereotipos de género que se perpetúan en el trabajo en forma de prejuicios”, manifestó la directora y fundadora de Womerang.

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