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Viven en la UANL una jornada astronómica

Desarrollo
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Por Alejandro Torres/Fotografía: Ricardo Rodríguez y Efraín Aldama

Monterrey, México, UANL.- Con motivo del eclipse total de Sol del 8 de abril la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) realizó una jornada astronómica que reunió a investigadores, alumnos y público en general.

Más de 7 mil personas se congregaron a la espera del eclipse en la Explanada de Rectoría de Ciudad Universitaria, el cual cubrió el 95.43% de la circunferencia del Sol, alcanzando este punto a las 12:24 del mediodía.

El Rector de la UANL, Santos Guzmán López, supervisó las actividades de la jornada, apreciando el fenómeno astronómico en compañía de la comunidad universitaria mediante telescopios, visores y sistemas de proyección instalados por profesores, investigadores y estudiantes de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM).

Durante la jornada, la facultad organizó la dinámica “Mil máscaras observando el eclipse”, actividad en que la comunidad universitaria dio muestras de su creatividad realizando máscaras atractivas para observar el eclipse con el uso de filtros seguros.

La Sociedad Astronómica Estudiantil “Laniakea” fue la encargada del manejo y asesoría del uso de los telescopios y visores para el evento.

Una larga espera

El 11 de julio de 1991 marca la fecha de la última ocasión en que el país apreció un eclipse total de Sol. A nivel mundial, México, Estados Unidos y Canadá ocuparon una posición privilegiada para poder apreciar por completo el eclipse.

Treinta y tres años después, en ciudades como Mazatlán, Durango, Torreón y Monclova pudo presenciarse un fenómeno de este tipo en toda su extensión.

Durante el evento, José Enrique Pérez de León, profesor investigador de la FCFM, explicó la trayectoria del eclipse y agregó que zonas entre Mazatlán y Piedras Negras presenciaron el fenómeno astronómico por completo.

La fecha pactada para el próximo encuentro solar total será el 30 de marzo de 2052.

Actividades con impacto social

José Enrique Pérez de León mencionó que las actividades que involucran estos fenómenos astronómicos alimentan la curiosidad en jóvenes que desean estudiar alguna carrera universitaria basada en estudios aeroespaciales.

Agregó que la UANL cuenta con la capacidad e infraestructura necesaria para que una persona se dedique a estudiar la física espacial.

Concluyó que el eclipse solar de 1991 fue la probable causa por la que inició sus estudios en física solar.

“A mí me tocó en 1991 ver el eclipse desde Yucatán, grabé la transmisión y creo que por eso terminé en este gremio. Soy físico solar y vengo esperando este momento desde hace 33 años”, indicó.

Por su parte, el subdirector de Innovación Tecnológica y Vinculación de la Ciencia de la FCFM, Eduardo Pérez Tijerina, comentó que las actividades de investigación desarrolladas en torno a este eclipse tienen lugar fuera del estado y en el propio Observatorio Astronómico Universitario y su objetivo principal es el impacto social.